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domingo, 18 de enero de 2009

Imbecil con columna

Elijo este párrafo por elegir uno cualquiera, porque todos los demás son igualmente vomitivos:

"¿Qué pensaríamos si la gente, para dárselas de progre, saliera a la calle luciendo una chapela sobre el pasamontañas de los terroristas encapuchados de la ETA? Esto de los pañuelitos dichosos es aproximadamente así. Los chavales llevan la misma prenda del uniforme oficial de los terroristas islamistas de Hamas, como solidarizándose con ellos frente a los judíos. Si les valiera, volvían a expulsar a los judíos de España. Sin caer en la cuenta de su enorme contradicción: piden lo mismo que los Reyes Católicos, pero desde su empacho de progresía. Como no pueden expulsar a todos los judíos, se conforman con pedir que echen al embajador de Israel. Se las dan de progres, pero caen en la tradición más rancia. Mucho pañuelo absurdo palestino y mucha gaita, pero vuelven a despertar el viejo antijudaísmo de la Inquisición española. Para éstos los judíos son los que entonces mataron al Señor y ahora bombardean Gaza. Si por ellos fuera, en los pasos de Semana Santa pondrían a los judíos con mayor cara de mala leche todavía que la que lucen desde tiempo inmemorial."
+ Aquí


Antonio Burgos un fascista de aupa que tenemos que aguantar aquí en el sur, un imbécil con columna, de los muchos que pululan por aquí.
Siempre me gusta diferenciar entre los derechistas que si pudiesen te pegarían un tiro y los que simplemente te darían un catecismo acelerado para erradicarte tu insano izquierdismo. Este sería de los primeros. Un claro ejemplo del rancio clasismo sevillano sobre el que ya escribió Machado, a finales del siglo XIX!!!! Un prepotente, que se cree que escribe bien, un racista, un homofobo, en definitiva una lacra más para el periodismo en el Estado Español.

Machado sobre los "Burgos de su época":

Don Guido, señor,
de joven muy jaranero,
muy galán y algo torero,
de viejo gran rezador.
Dicen que tuvo un serrallo,
este señor de Sevilla,
que era diestro,
en manejar el caballo,
y un maestro,
en refrescar manzanilla.
Cuando mermó su riqueza,
era su monomanía,
pensar que pensar debía,
en asentar la cabeza.

Y asentola,
de una manera española,
que fue a casarse con una
doncella de gran fortuna.
Y repintar sus blasones,
hablar de las tradiciones,
de su casa, a escándalos y amoríos,
ponen tasa, sordina a sus desvaríos.

Gran pagano,
se hizo hermano
de una Santa Compañía,
los Jueves Santo salía
llevando un cirio en la mano.

¡Aquel trueno, vestido de Nazareno!.